Las extracciones dentales son procesos que se realizan para sacar los dientes del alveolo dental. Aunque lo ideal es mantener los dientes intactos, existen razones por las cuales remover una pieza dental es necesaria. Por eso en este artículo te decimos todo sobre una extracción dental y cómo perderle miedo a una visita con el dentista.
Para ello, un cirujano oral o un dentista revisará minuciosamente tus dientes, encías y boca antes de extraer el diente. En caso de no haber otra solución, no tengas miedo, si estás en nuestras manos la extracción será lo menos dolorosa posible.
Las extracciones dentales generalmente se realizan de forma ambulatoria, relativamente rápido y con anestesia local, general, intravenosa o una combinación de ambas. Sin embargo, cuando se trata de dientes rotos o impactados el procedimiento es más complejo.
Causas por las cuales se extrae un diente
Los dientes permanentes están destinados a durar toda la vida. No obstante, las extracciones dentales pueden ser necesarias en casos como:
Daño dental irreparable debido a caries severa
Esto sucede cuando la caries dental llega al centro del diente. Aquí, las bacterias producidas por la descomposición de los alimentos pueden invadir la pulpa y causar una infección.
En este caso, un procedimiento de conducto radicular puede ayudar a tratar la infección. Sin embargo, si esta es grave, tu dentista puede realizar una extracción dental para evitar la propagación de la infección.
Una solución viable para la enfermedad periodontal
El tipo más grave de enfermedad periodontal afecta los ligamentos periodontales y el hueso alveolar. Mientras que en algunos casos puede provocar el aflojamiento de un diente. Cuando esto sucede, las extracciones dentales son una opción.
La extracción puede ayudar a un diente impactado
Tu dentista te puede recomendar la extracción de un diente impactado o roto para evitar que dañe otros dientes. Extraerlo, ayuda a reducir el riesgo de infección
Para eliminar el apiñamiento de los dientes
La extracción de uno o varios dientes puede ser necesaria para eliminar el apiñamiento dental. Es recomendable en pacientes con tratamiento de ortodoncia, cuando no hay espacio para que los dientes se muevan y se alineen.
Después de un accidente.
Cuando ocurre un accidente, como un choque automovilístico, y el paciente requiere tratamiento dental, la primera opción siempre será preservar los dientes. Pero, si el traumatismo es muy grave, puede ser necesaria una extracción.
Procedimiento de una extracción
A continuación, te describimos el proceso de las extracciones dentales en detalle. Sin embargo, cabe acotar que, dependiendo del caso, este puede variar.
Anestesia
El diente que se va a extraer generalmente se duerme inyectando anestesia local alrededor de los nervios que proporcionan sensación al diente.
Las molestias causadas por la inyección se pueden minimizar. Para ello se utiliza un gel anestésico tópico, uno o dos minutos antes de la inyección.
Aflojar diente
Los dientes normalmente no están fusionados con el hueso. Tienen un ligamento amortiguador que los suspenden de la cavidad del diente óseo. Se llama ligamento periodontal y el primer paso para extraer un diente es liberarlo de este.
El diente se afloja dentro de su alvéolo aplicando una palanca sobre el diente, mediante un instrumento llamado elevador.
Hay ocasiones en las que el diente tiene raíces múltiples o retorcidas, por lo que puede estar muy suelto y aún no ser removible sin ser seccionado en pedazos individuales.
Extracción dental
Cuando el diente está lo suficientemente flojo, se adapta una pinza al diente para extraerlo del maxilar. Las pinzas se asemejan a los alicates, pero con mordazas especialmente diseñadas para el tipo de diente que se extrae.
Utilizadas correctamente, las pinzas simplemente «entregan» el diente aflojado. Por lo general, no se usan para aplicar fuerzas pesadas al diente.
Sutura
El proceso de cura consiste en raspar suavemente las paredes de la cavidad bucal, para eliminar cualquier tejido infectado o patológico residual. Luego se procede al lavado del alvéolo con solución salina, para eliminar cualquier residuo que haya quedado.
Puede existir la posibilidad de que se produzca un sangrado prolongado. En este caso, se pueden colocar materiales como la esponja hemostática en el alvéolo que ayuden con la formación de coágulos de sangre.
Las suturas se utilizan sobre todo después de una extracción «quirúrgica» o cuando se han extraído varios dientes seguidos.
Para finalizar se coloca una gasa doblada sobre el sitio de la extracción, que debe ser mordida por el paciente para crear una presión firme.
Cuidados después de una extracción
Normalmente, las recuperaciones de las extracciones dentales tardan unos días. Los siguientes pasos te ayudarán a garantizar que esta se realice sin problemas:
- Aplica compresas de hielo en la mejilla directamente después del procedimiento para reducir la hinchazón. Usa la bolsa de hielo durante 10 minutos, descansa y repite nuevamente.
- Deja la gasa que te colocó el dentista durante tres o cuatro horas, o hasta que esté empapada de sangre.
- Toma los medicamentos recetados, incluidos los analgésicos de venta libre.
- Descansa y relájate las primeras 24 horas. No vuelvas inmediatamente a tu rutina habitual al día siguiente.
- No enjuagues la zona durante 24 horas después de la extracción dental y escupe suavemente.
- Usa almohadas para levantar la cabeza cuando te acuestes.
- Cepíllate y usa seda dental como de costumbre, pero evita el sitio de la extracción.
- El día después del procedimiento come alimentos blandos, como yogur, pudín y puré.
- Después de 24 horas, agrega media cucharadita de sal a ocho onzas de agua tibia para enjuagarte la boca.
- Si sientes un dolor que no desaparece después de varios días, o notas signos de infección, ve al dentista inmediatamente. La fiebre, el pus o el drenaje de la incisión son signos de alarma.
Conclusión
Las extracciones dentales eliminan por completo los dientes problemáticos para evitar futuras complicaciones.
Si experimentas síntomas como fiebre, pus o drenaje en la zona de la extracción, luego del procedimiento, debes ver al dentista.
El cuidado posterior es vital, ya que ayudas a promover la coagulación y proteger el sitio de la extracción para que esta se cure correctamente.
La mayoría de las extracciones dentales simples deben sanar entre 7 y 10 días.
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